El consumo energético en los hogares es uno de los principales gastos domésticos, especialmente durante los meses más fríos. Por eso, en este artículo os damos 5 tips para ahorrar electricidad y no
-. Opta por electrodomésticos Clase A: si quieres ahorrar energia, lo mejor es ir sustituyendo poco a poco tus electrodomésticos por otros que tengan la clasificación energética A (la más eficiente y la que consume menos energía). Dentro de ésta, mejor si son A+ o A++. Es posible que puedan resultar algo más caros en el momento de la compra, pero es una inversión que te saldrá rentable, ya que el ahorro se notará todos los meses en tu factura.
-. Elige la tecnología Inverter: si utilizas una bomba de calor para calentar tu casa, decántate por aquellos modelos que incorporen la tecnología Inverter. Este sistema ajusta la velocidad del compresor a las necesidades de cada momento, a diferencia de los convencionales, en los que el compresor funciona siempre a pleno rendimiento. Por eso, su consumo energético es mucho menor. Tanto, que en algunos casos el ahorro puede llegar al 50%.
-. Atención a los "vampiros eléctricos": con este nombre se conoce a electrodomésticos que consumen una gran cantidad de energía, como es el caso del horno o la plancha. Un uso racional de ambos, especialmente del horno, puede ayudarte a ahorrar en tu factura de la luz. Hornea sólo una vez por semana y aprovecha que tienes el horno caliente para elaborar pasteles, asados, pizzas...
-. Cuidado con los aparatos en stand-by y en reposo: aunque su consumo energético es mucho menor, los aparatos en stand-by o en reposo también consumen energía. Cada vez tenemos más gadgets y utensilios que funcionan con electricidad, por lo que una buena medida es apagarlos completamente todos antes de salir de casa (modem, TV, equipos de sonido, ordenadores...).
-. Recurre a las estufas de pellet: la calefacción eléctrica o a gas suele ser uno de los gastos domésticos más elevados. Si quieres reducir tu factura, las estufas de pellet son una excelente alternativa a la calefacción convencional. El pellet es un material en forma de virutas hecho a base de madera y restos forestales. Un saco de unos 15 kg suele costar entre 3 y 4 euros, por lo que es mucho más económico que la electricidad o el gasóleo que, además, está sometido a continuos vaivenes de precio.